viernes, 29 de noviembre de 2013

Amor ahogado…



Dicen que hay que regar el amor constantemente para que crezca como un árbol o para que florezca como las rosas, lo cierto es que también el exceso de agua termina matando las flores, así es el amor, si lo riegas en demasía podrías terminar ahogándolo, y posteriormente marchitándolo hasta su putrefacción.

Tanto la flor como el amor necesitan un descanso, a veces las personas no se dan cuenta que mata más el exceso que la sequía. El amor poco a poco va refrenando su alcance, suavizando su pasión, mermando su color como las hojas de las plantas.


Permite que el corazón eche raíz en busca de amor, permite que el corazón; como el árbol que va en busca de agua, se haga fuerte, para que no haya vendaval que pueda contra él.

Deja respirar la flor, deja que todos puedan contemplar tal belleza, de esta forma el corazón debe abrir sus alas sin opresión para poder crecer. No lo ahogues, o en vano será su nacimiento.

No desesperes, ya crecerá, solo dale tiempo, dale espacio necesario para surgir, dale lo necesario para subsistir y veras que pronto los frutos y las rosas serán para ti...

Amor ahogado, no te dejaron crecer, se derrumbaron encima de ti con tal inocencia, para verte desaparecer, amor ahogado, pretenden darte todo el día sombra, pero requieres de luz para a lo alto crecer, amor ahogado, pretenden dejarte en casa todo el día, pero precisas del viento para que tu raíz se extienda en el extenso campo.

Un corazón que ya no quiere ser sofocado, desea crecer, pero no puede mientras es estrangulado, desea amar, pero no puede mientras es abrumado, desea avanzar, pero no puede mientras está siendo agobiado.



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