jueves, 12 de diciembre de 2013

Noche de insomnio. Versión 2.0


El sol se esta ocultando, huye de mi cediendo el cielo a mi tormento. Con sus últimos rayos se van mis esperanzas, contemplo su escapada. Cansado de escuchar mis suplicas abandona mi compañía. Con la huida de la luz que ahora ilumina otras vidas, se agotan mis excusas para aplacar la inminente escena que se ha de desarrollar.

Suspiro como cada atardecer desde que la calma dejo mi alma. Dispongo la cena mas complicada de preparar, queriendo engañar el tiempo entre alimentos. Me concentro en sus texturas, colores y sabores. Analizo probabilidades de combinar, cuales con cuales. A pesar del par de horas que gano con esa actividad, no son suficientes para engañar lo inevitable.
Saboreo cada bocado dejando mi mente llevarse por los sabores. Aun así ya es hora de dormir, ni las actividades nocturnas de limpieza logran resultados diferentes. 

Como invocados llegan los pensamientos para abarcar toda mi mente hasta dejarla sin espacio para mas. Mis manos comienzan a temblar, los sentimientos me embargan sin piedad, todos a la vez, sin dejar tiempo a cualquier intento de prepararme para ellos. Frustración, dolor, desesperación, me recorren el cuerpo, logrando mover mis pies de aquí para allá. Los círculos no logran bajar los niveles de energía que parece inyectarme cada recuerdo, culpa o deseo. 

El camino ya marcado en mi habitación no hace disminuir mi ansiedad y solo logra atormentarme mas. Están los demonios de mis pesadillas danzando alrededor, celebrando mi estado de destrucción. Mas ríos de pensamientos comienzan a manar, desde distintos lugares de mi mente, y es otro punto a favor de mi extinción.

Inhalo hasta que mis pulmones no dan mas, llegando hasta estar a punto de explotar. Logro causar otro tipo de dolor, y expulso el aire con fascinación. 2 segundos contados de vacío, donde no he pensado mas que en el proceso de respirar. Alejando de mi los pensamientos que ya vuelven a llegar y la tortura parece continuar. 

Tomo un libro que acabo de obtener, intento perderme, como ayer, en las letras plasmadas que parecen rehusar mi mirada. Ellas también huyen de mi, aun cuando siguen allí. No logro concentrar mi mente ni un segundo mas, y ya mis palmas comienzan a sudar. La desesperación ha vuelto aumentar y no puedo dejar quieto mi cuerpo. Mi cabeza esta por explotar de tan llena que esta, mi pecho se contrae, como si el corazón pesara de repente 10 veces mas, aun cuando llego a pensar que debería estar destruido mucho tiempo atrás. Sigue allí, peleando cada latido, como si el esfuerzo resultara agotador. La sangre se ha espesado aunque creí haberla acabado. Los golpes de los latidos son como martillos en mis costillas, y las creo a punto de sucumbir a una pelea contra la cual no tenían defensa. 

Evito tropezar con el espejo, por miedo a mi reflejo. Mis ojos arden con intención de consumir mi cuerpo y no quiero mirar como la vida abandona mi mirada. 

A gran velocidad, con gran desenfreno y desesperación, busco mi libreta escondida, agarro con fuerza la primera pluma, lápiz o bolígrafo con el que me llego a tropezar. Dejo mi mano viajar por las lineas. Pagina tras pagina, luego hoja tras hoja. Suspiro lo mas parecido a la felicidad que en esos momentos pueda sentir. Entre desorganizadas palabras, enredadas frases. Historia tras historia. Relato tras relato. Lanzo incluso una que otra poesía. El resto son solo letras encendidas de mi. Mis recuerdos y sueños. Mis aciertos y fracasos. Mis victorias y derrotas. Mis caídas y recaídas. Mis mentiras y verdades. Mis sentimientos y sus consecuencias. 

La tinta cubre cada rincón, incluso mis dedos se han cubierto de dolor. Pierdo contacto con mi mano, ha cobrado vida propia y ahora se mueve solo a su voluntad. No siento mas que alivió a liberar las cosas que no me dejaban respirar. Sin importar cuando cansada pueda terminar. Estaré salvando mi salud mental y espiritual. 

Después de lo que parecen años derramando tinta sobre papel, la libreta se agota sin dudar. Ahora las letras me parecen hablar, conversando conmigo, con mi alma y mas allá. Me cuentan cosas que creí olvidar, pero que me evitaban respirar con normalidad. El ultimo párrafo me grita ¡Al fin! y las hojas ya no dan mas.


Levanto la mirada de tanta oscuridad, solo para observar los rayos del sol entrar por mi ventana. Parece que ahora si quiere hacerme compañía, incluso creo ver una sonrisa entre esas nubes de algodón. Hermoso paisaje que adorna mi mañana.  
El cuerpo esta agotado pero la mente en relativa calma. El tiempo de dormir paso y debo prepararme para otro día lleno de rutina repetitiva. Vuelvo a suspirar, otra noche de insomnio que me libera y me cansa. Me levanto para enfrentar otro día de actitud positiva, aunque mi rostro muestre las marcas del insomnio. 



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