jueves, 23 de julio de 2015

Grupos por mi ventana



Se traba el diccionario, trabajando demasiado lento, mientras el tiempo escapa por puertas y ventanas. No alcanzo a esperar y corro persiguiendo el ritmo de los grupos que intentan alejarse de una sociedad en la que se van convirtiendo sin pensar. No hay oportunidades que desperdiciar, ni posibilidad de acobardarse. 


Con valor liquido que apuran de un trago. Evaporando miedos en el humo que se escapa de sus labios. Y olvidan porque comenzaron a frecuentar lugares que al inicio ni les gustaban. Sustituyen rutinas aburridas por paraísos de ilusión en cada ocasión que se permiten gastar gran cantidad por una insignificante bolsa marfilada. 

Grupos que se quieren diferenciar usando colores claros y llamativos, a una profunda oscuridad. Volviéndose cada vez uno mas del montón que ya esta. 

Grupos ademas, que no dejan de revelarse contra cualquier supuesta autoridad formando un claro patrón que algunos mas seguirá. 

Grupos también, que se despojan de su carga de responsabilidad, dejándola en manos de un libro excepcional. Aun así, fingen sin saberlo, se ciegan con cada mirada, encierran la imaginación y la conciencia entre pintorescas paredes, solemnes actos que repiten sin cuestionar. El individualismo se disfraza de fraternidad. Sus pecados se absuelven en vanas penitencias que ennegrecen el alma.

Y los grupos de incrédulos, que solo confían en sus pies para avanzar, en sus fuerzas que los sostendrán, y en sus capacidades para seguir. 

Son todas estas, vías de una vida que se escapa día a día, mientras piensas en avanzar.




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